Ayer en la noche conversé con un amigo que recién falleció, alguien que me quiso como a hijo literalmente. El me dió un gran ejemplo sin saberlo.
Para empezar cuando digo que conversé con él, me refiero a que inevitablemente no podía dejar de pensar en él y me imaginé una conversación con él, una conversación sincera, esto lo haces de corazón.
Este señor y su familia me abrió las puertas de su hogar, tuve el privilegio y honor de ser su amigo por más de un año, nunca me juzgó, y pudo ver algo en mi que la gente ni se interesa en notar…
En tan poco tiempo, su familia se convirtió en algo importante en mi vida.
Yo le dije que descanse en paz, que no se preocupe, que para él las preocupaciones acabaron, que el tiempo es un abrir y cerrar de ojos, que pronto estaremos con él, que él siempre tuvo presente que de aquí no nos llevamos nada material, y siempre se dedicó a servir a sus amigos, a preocuparse por la gente, él no fue un hombre de grandes aspiraciones, fue hombre muy sencillo de un corazón inmenso.
Y conversaba con él y le decía, quédate tranquilo no te preocupes por tu familia te das cuenta que el camino es personal? Qué aquí solo se viene a aprender a amar, a perdonar, a convivir, a sufrir, a reír, a caer, a levantarse. Todos vamos a morir y de aquí solo nos llevamos el aprendisaje, cuando estamos aquí nos toca batallar con nuestros egos ese que se reciente, se molesta, se engrandece, se siente importante, triunfador, perdedor, mejor que otros, o peor que otros. Y no hay problema amigo mío, viniste a vivir una experiencia como todos nosotros y te cuento que triunfaste, como lo haremos todos.
Porque toda experiencia enseña justo lo que teníamos que aprender en su momento, y yo sé que no fue coincidencia que nos cruzáramos en esta vida. Y también sé que nos volveremos a ver…
Sé que tu partida se dió, como se va a dar la mía, o la de todos aquí. Cuando estabas listo, cuando ya viviste exactamente lo que tenías que vivir, todas tus penas y alegrías, y ahora que estas del otro lado donde no hay que preocuparse por el día a día de todos las preocupaciones que nos imponemos en este mundo, el panorama se pone claro, y ves desde allá la simplicidad de las cosas, todos los por que tenía que ser exactamente así, y sé que hoy te estas riendo, porque aquí la vida es un abrir y cerrar de ojos, y con tu gran humor cuando lleguemos nos harás un chiste probablemente agrio de los que dan risa después y dirás, y a ustedes como les fue?
Todo esto, me lo digo en esta conversación para razonar por que estamos aquí, por supuesto que en su velorio me puse muy mal, y ver a su familia que a la distancia la siento mía me quebró, pero sé, de verdad lo sé, que todo está bien, y sé que voy a reír con el muy pronto…
Es raro, porque el encaja en esos amigos imaginarios que tengo con los cuales converso para darle sentido a este mundo, porque nadie le da importancia a la vida en si, son pocos los que razonan que es lo que quieren sentir y aprender aquí, que es lo que quieren vivir, no me refiero a tener, la gente sólo se preocupa por dinero. Como si se lo fueran a llevar, el dinero viene cuando tiene que venir y punto, no tiene que ver con el esfuerzo por conseguirlo, sino todo pobre emprendedor que trabaja de sol a sol fuera millonario…
El comprendía que las alegrías de la vida estaban en las cosas más sencillas, como ir a ver a sus amigos que estaban en una mala situación a esos que todos le dan la espalda y compartir el día con ellos. En darle de comer a sus animales todos los días, en preocuparse de sus empleadas domésticas. En preocuparse de su familia en detalles que muchos padres no se preocupan.
Su familia tiene mucho de él en sus corazones, un tesoro que sin duda lo pasarán por generaciones, y yo te aplaudo amigo mío…
Nos vemos pronto!